Publicado: jueves 30 de abril por ELSA CORTÉS AZNAR
No sé cómo describir este mes, sinceramente. Ha sido un mes… de total confinamiento. Y la verdad es que he estado entretenida. He estado estudiando, trabajando en Immatea, haciendo yoga y haciéndome a la idea de que el Erasmus ya está terminado. Quizás sería ahora momento de hacer una reflexión. Porque este confinamiento para lo que más ha dado ha sido para reflexionar. Y he aprendido dos cosas fundamentales. Una, que la vida se rige en torno a etapas. Cuando acaba una es porque empieza otra. Y dos, que las matemáticas me enamoran y por eso las estudio, pero que mi real pasión y vocación es la educación. Y si ya puedo combinar el TEA con la educación focalizada en las matemáticas pues es un sueño cumplido.
Y es eso lo que he hecho este mes. Reflexionar sobre la educación y avanzar en mi proyecto de Immatea. He terminado la parte de infantil y ahora estoy centrada en la parte de primaria. Y tiene pinta de que para finales del próximo mes podría tener gran parte avanzada. Aun así, la parte interesante del proyecto viene después de ponerle contenido a la página web (que por recordarla es immatea.com), que consiste en realmente focalizar la atención en los estudiantes con TEA. La gran pregunta es quién tiene que ser más flexible, si el alumno o el medio de enseñanza. Yo, después de darle vueltas llego a la conclusión de que el medio es lo importante, ¿no? Hacer que el estudiante se adapte al medio de enseñanza es quizás querer que desarrolle unas habilidades que no puede desarrollar por el simple hecho de tener una personalidad “x”. Y, sin embargo, siempre estará a nuestro alcance modificar el medio atendiendo a las necesidades del alumno y a sus habilidades. Y eso no es darle ventajas o desventajas al alumno; eso es ser constructivos y reconocer que cada uno va a tomar un camino diferente para llegar al mismo objetivo. El objetivo, el mismo; el camino, diferente.
Pero, aparte de reflexionar sobre la educación, me he dedicado tiempo a mí misma. Creo que eso se nos olvida a veces. El egoísmo es algo natural y necesitamos estar con nosotros mismos y aislarnos. Creo que el confinamiento puede venirnos muy bien para muchas cosas. Hay veces que estamos tan atareados que no nos podemos regalar momentos. Y el hecho de poder regalarte cosas es una de las auto-terapias psicológicas más efectivas, según mi punto de vista. Me acuerdo cuando cumplí 18 años. Ese día me fui al cine yo sola. Quería auto regalarme una película, así que me fui. Lo disfruté como nunca. Y seguiré haciéndolo. Hacer cosas solo hace que reflexiones, que pienses, y, ¿pensar? ¿Debería ser eso un miedo? ¿Por qué a veces nos da miedo enfrentarnos a nosotros mismos? ¿No nos gustamos? Deberíamos gustarnos. Vivimos con nosotros mismos 24/7. Deberíamos ser las personas que mejor nos conocemos. Deberíamos ser los que estamos ahí para nosotros siempre, pase lo que pase. Y todo esto no se consigue si estamos siempre socializando… Es más, creo que puede haber confinamientos saludables… Al igual que necesitamos socializar por ser personas, también necesitamos darle un descanso a la mente… Y reflexionar. Dejar de tenernos miedo a nosotros mismos.
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#MeQuedoEnCasaTEA
#TodoSaldráBien