ELSA IN BLUE: Un duelo y un aprendizaje

Publicado: jueves 28 de mayo por ELSA CORTÉS AZNAR

Elsa

UN DUELO Y UN APRENDIZAJE: QUIÉN SOY, DE DÓNDE VENGO Y HACIA DÓNDE VOY

Ayer entendí que vivir no tenía sentido, pero que menos sentido tenía no hacerlo. Mayo ha sido un mes de altos y bajos. Empezó la desescalada y volví a lo que yo considero ahora mi casa. Fue raro asumir que el Erasmus realmente había llegado a su fin. Y la desescalada está siendo todo un aprendizaje de vida. Me doy cuenta de que nos cuesta aceptarlo. Parece que nos ganan más las ansias de querer quedar con nuestros seres queridos que la responsabilidad de tener que mantener la distancia mínima. Por una vez tenemos que aprender y practicar algo que nunca nos han enseñado: separar el objetivismo del subjetivismo.

Tuve que pasar por un duelo. Estuve una semana enfadada y llorando. Pero, sobre todo, estuve reaccionando. ¿Qué me pasa? ¿Qué sentido tiene mi vida? ¿Qué hago yo aquí? ¿Quién soy? ¿Realmente vivo por algo o vivo sin más? Conocer mis emociones y reconocer que el enfado y la tristeza son emociones positivas, que no me hacen daño, me ayudó a acercarme más a mí misma. Descubrí que yo sí vivo por algo y que para mí lo que no tiene sentido es no vivir. Tengo una vocación que me apasiona y es el mundo de la educación. Creo que siempre lo ha sido, pero ahora es cuando me he estampado con el muro de la transparencia, que me ha hecho abrir los ojos.

Publiqué anuncios por internet para dar clases particulares. Y la sociedad me sorprendió y me hizo crecer. Los propios alumnos pidiéndome que les hiciera los exámenes porque eran online. Los propios padres suplicándome por favor que se lo hiciese, porque no les quedaba otra esperanza. Incluso mi tío me lo propuso para un sobrino suyo. ¿Hasta dónde hemos podido llegar? ¿Qué valor le damos a la educación? Reuniones de padres en los colegios pidiendo que se baje el nivel de matemáticas. Mi madre iba a esas reuniones. Me las contaba. El problema es que el mundo de la educación reacciona y pone una norma que dice que los alumnos de 4º ESO pueden aprobar la ESO teniendo dos asignaturas suspendidas. Y será verdad, será verdad que habrá profesores no muy buenos, será verdad que la educación necesita un cambio y yo eso lo respaldo. Pero que sean los propios padres los que tengan el valor de ir a una reunión y pedir a gritos que se baje el nivel de matemáticas… En serio, ¿qué valor le estamos dando a la educación?

Mi proyecto Immatea. He tenido una nueva iniciativa y ahora estoy subiendo directos diarios (de lunes a sábado) a las 19:00 (hora de España) por la página de Facebook (que también se llama “Immatea”) para orientar un poco a los padres y darles herramientas para que puedan enseñarle los conceptos a sus hijos y que, incluso los propios hijos, puedan ver los vídeos y aprender. Todo a partir de imágenes y pictogramas. Porque es lo que se necesita; los maestros no solo son los profesores, también son los padres. Y si los padres no tienen el conocimiento básico obligatorio (un mínimo de hasta 4º ESO) explicar las matemáticas puede ser una tarea difícil. Y que el trabajo de estudiar, al final, lo tiene que hacer el alumno, no el padre. Pero sí, hay que darle un giro al mundo de la educación, y no solo verbalizando, sino también actuando.

Así que mi duelo tenía una justificación. ¿Quién soy? ¿Quién era? ¿Quién seré? Independientemente de la respuesta, he comprendido mi rumbo y por qué hago lo que hago y eso es algo importante. Entender de dónde vienes y hacia dónde vas, qué es lo que te une con tu entorno, qué aprendes con él y a qué retos te vas enfrentando. Perder un padre no es fácil, pero tener la sensación de que la educación de tu país (a veces) se viene abajo duele más aún.

La educación me importa y me importará siempre. Y tener una educación inclusiva, accesible y constructiva es algo que, desgraciadamente, aún no hemos alcanzado.

 

#TEAconA

#TodoSaldráBien