Publicado: jueves 28 de enero por ELSA CORTÉS AZNAR

No soy perfecta. Yo también cometo errores.

Aunque estos artículos se publican los jueves, yo los suelo escribir antes. Hoy es martes. Ayer hice dos exámenes. Fueron bien. Mañana tengo otro. También irá bien. Se tenían que alinear los astros para poder terminar la carrera el junio que viene y parece que se están alineando. No me puedo creer que el tiempo pase tan rápido. Y siempre siento que me estoy dejando algo por el camino.

Este último mes fue el mes más angustioso de mi vida. Ataques de ansiedad. Miedo. Ese sentimiento de que eres débil y nadie puede protegerte. Me metí en la burbuja tóxica de no ser yo misma. Necesitaba que los demás aprobasen todo lo que yo hacía.

Todo lo que hacía tenía que estar justificado o tenía que estar en concordancia con lo que los demás pensasen de mí. Si los demás (mi familia, amigos o terceros) no lo veían bien, automáticamente lo cambiaba. Fue el mes más angustioso de mi vida porque me di cuenta de que así me había estado comportando siempre. Aprendí una lección de vida: estar convencida de ser yo misma.

Supongo que la presión social a la que he estado metida por ser diferente y tener Asperger ha influido, pero, al final, lo he visto. En verdad no es una presión social. La sociedad no te presiona a ser una marioneta. Eres tú quien lo hace. Siempre he pensado que la sociedad nos manejaba, nos hacía tener que comportarnos de una manera. Si haces esto bien, si no lo haces mal. Ética lo llamaban cuando iba al instituto. Me he dado cuenta de que yo solita me he metido una cosita en la cabeza que se llama “sé cómo los demás” como diciendo “si eres tú, está mal”. Porque la diferencia abruma. Porque si entro en un bar y voy con gafas de sol la gente me mira. Porque si voy a nadar y no quiero enfriarme salgo con la toalla en la cabeza y la gente también me mira. Porque soy diferente y la gente me mira. Un mes angustioso. Pero que la gente me mire, que me miren, que yo les devolveré la mirada y les sonreiré.

El caso es que sentirte sin coraza, débil, sirve de mucho. Ahora estoy convencida de ser yo misma. Quiero ser yo misma. No quiero ser otra persona. Y quiero luchar por mi filosofía vital y educacional. Estoy segura de ella. Y os diré que cometo errores, que no soy perfecta. Cometo muchos errores, pero si no los cometo no soy yo misma. Ser yo misma significa tener personalidad y yo quiero tenerla. Y si para ser yo misma la gente me tiene que mirar, que me mire, y yo poco a poco me iré metiendo en el charco del aprendizaje, si es que aún no estoy metida en él.

Siento que me estoy recuperando de una herida enorme. Me he hecho daño a mí misma sin querer y eso no puedo permitirlo más veces. Si ser yo misma significa equivocarme, tomar decisiones esporádicas y luego tener que retirarlas, si ser yo misma significa vocación, aprendizaje, indecisión, autonomía y generosidad… Si ser yo significa que estoy siendo auténtica y transparente, pues que la gente me mire, que yo estoy convencida de quiero ser yo misma.

Estoy a unos mesecitos de terminar una gran etapa de mi vida y las emociones las tengo a flor de piel. Solo quiero cerciorarme de que cierro esta etapa como se merece: con amor, pasión y respeto por todo lo que hago. Si algo me diré cuando termine es que me lo merecía y que estoy orgullosa de haberlo conseguido. Porque me lo merezco. Yo lo sé. Y si ser yo misma significa sacar mi ego de vez en cuando, que me echen flores encima.

Soy yo, y no pretendo ser otra persona más que yo misma.

#TEAconA

#ELSAinBLUE

#TodoSaldráBien

#¡felizinvierno!