Publicado: jueves 24 de junio por ELSA CORTÉS AZNAR (*)
Ya lo dije una vez, hay veces que uno no sabe qué contar o no se encuentra con el ánimo de hacerlo. No sabría qué contaros de este mes, ha sido todo tan monótono…
Ya terminé el curso. Hice los exámenes y me han dado una nota de las cuatro que me tienen que dar. La verdad que han sido buenas noticias. Ese examen fue difícil y yo me dije, “si apruebo, será con un 5”, y efectivamente, me han puesto el 5. Y qué feliz soy. No por el 5, sino por haberme esforzado y haberme demostrado que merecía la pena.
Estoy en esa edad en la que no me apetece seguir creciendo. 5 años atrás estaba deseando viajar al futuro y empezar la Universidad. Ahora, a dos meses casi de terminar, quiero detener el tiempo. Me siento tan plena, con tanta energía, con tantas ganas de descubrir, de comerme el mundo, que quiero paralizar todo, cerrar los ojos y respirar hondo. Disfrutar de estar viva.
Hace 5 años lloraba por sacar un 7 y ahora me río cuando saco un 5. Incluso hubo un examen en el que saqué un 0 redondo y no fue el fin del mundo. Las personas evolucionamos y es muy bonito. Mola darse cuenta de todo eso, de que no podremos volver atrás, de que habrá que saborear cada segundo. No tenemos otra. No podemos rehacer lo que hicimos, si es que de algo nos arrepentimos. Tampoco podemos saber lo que pasará en el futuro. Por eso saborear el presente es tan importante. Porque nunca estarás con la energía de hoy. Nunca volverás a ser quien eres hoy.
Me siento joven, ágil, ligera, fuerte… Este verano quiero patinar y hacer deporte. Este verano quiero regalarme unas vacaciones por estar en el fin de carrera, por haber luchado hasta el final, por ser valiente y arriesgarme, por quererme hasta en los peores momentos y por estar ahí siempre. Quiero hacerme ver que lo único seguro que tenemos en la vida es la muerte, y que siempre la tenemos cerca. Mañana, pasado, dentro de un año o dentro de 50. Por eso tenemos que cuidarnos, alimentarnos bien, hacer pequeños cambios, tener salud. Yo, ya sabéis que tengo un sueño y es ser profesora. Todos tenemos un sueño en la vida y eso es lo que nos hace seguir adelante.
Lo que últimamente me pregunto es, que si el Universo se autodestruirá, de qué sirve vivir. Cuál es nuestro propósito. Quiénes somos. No somos nadie. Somos polvo. Pero tenemos consciencia, cada uno tiene una psicología y con ella ha de vivir siempre. Cada uno tiene una forma de pensar que no ha elegido. Yo soy mi alma y he nacido en mi cuerpo, pero no he elegido nacer aquí ni ser yo. Si he nacido, será por algo. Me siento con las ganas de cambiar el mundo, de hacer de todos algo mejor, de que, ya que vivimos y no lo hemos elegido, que vivamos bien, en paz, sonriendo y en compañerismo.
Yo firmo por vivir disfrutando, persiguiendo tu sueño, pensando en ti mismo y en los demás, tomando tus propias decisiones y con el objetivo de que cuando llegue el día de tu ida puedas irte con la sensación de haber vivido como te lo merecías. Que ese día te puedas decir “qué orgullosa me siento de todo lo vivido”. Decirle adiós al mundo con una sonrisa y con la adrenalina de ver qué pasará después, si es que pasa algo.
Vive a tope cada momento porque podrías morirte mañana.
(*) Elsa colabora mensualmente en la sección TEA con A con la Asociación Autismo Huesca. La asociación no es responsable de las opiniones que aparecen en el artículo, siendo estas personales y manifestadas con total libertad por su autora.
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