Publicado: Jueves 11 de Octubre por RAQUEL BELLIDO YUSTE

Como alumna en prácticas en la asociación, de pronto me veo inmersa en una realidad un tanto desconocida para mí. Hasta no llegar a Autismo Huesca, no había caído en la cuenta de la mayor prevalencia de diagnósticos masculinos en el Trastorno de Espectro del Autismo.

Durante estas semanas de Octubre, dentro de mis horas de práctica, estoy participando en el desarrollo de un taller de Creación y Diseño en la asociación, con un grupo de usuarixs adultos. En mi caso, he observado con especial interés como se encuentra en dicho taller la única mujer que en él participa. Tengo que decir que, como experiencia está resultando para ella muy gratificante, se le ve feliz, más allá de no contar con otras compañeras en el grupo, disfruta de la relación establecida con sus compañeros, además de que hace algo que le gusta y le divierte, como es la creación desde la expresión artística.

Me sorprende ver que a simple vista pueden quedar enmascaradas sus dificultades de interacción y relación social, pero que una ligera observación las hace aflorar. En mi caso lo veo cuando ella misma define qué es el autismo, respondiendo “algo que te impide socializarte”; o cuando lo refleja en una de sus creaciones, dibujándose con unos cascos de música que relaciona con “su refugio”.

Puedo ver en ella una mujer resolutiva, atenta y preocupada por sus compañeros y que además está muy dispuesta a participar y proponer en todo lo que tiene que ver con el taller, se nota que se encuentra como pez en el agua.

En conclusión, veo la importancia de ayudar a derribar ideas equivocadas sobre el TEA, la necesidad de hablar sobre el TEA en femenino, para que no sea la cara invisible del espectro; dejemos hablar a la diversidad en esta sociedad en la que vivimos.