Publicado: Jueves 17 de Enero por DESIRÉE DURÁN BLANCO (*)
Unos ojos de color azabache y una nariz pequeña como un garbanzo. Sí, de hecho se le puede llamar GARBANCITA.
Garbancita tiene la virtud de saber jugar con la lluvia, ojalá yo también la tuviera. Ella sonríe mirando al cielo nuboso, mientras las gotas de lluvia se escurren desde su cabeza hasta sus pies diminutos. Está disfrutando, pero tenemos que irnos, al estar lloviendo no podremos hacer la actividad en el patio de recreo.
Garbancita se enfada, verdaderamente está disfrutando con la lluvia; grita, llora, patalea y finalmente se escabulle y sale corriendo... me quedo con ella fuera, mientras el resto del grupo entran al gimnasio con mis compañeras. Dejo que durante un momento continúe sola en el patio pero le aviso:
- Garbancita, tenemos que entrar con los demás. Está lloviendo y por eso vamos a hacer la actividad en el gimnasio, ¿vale?
- No.- Contesta Garbancita, mientras da vueltas bajo la lluvia. Realmente se la ve tan feliz...
- ¿Echamos una carrera hasta la puerta? ¡A ver si me pillas! - Llego hasta la puerta y me giro para verla. Sus dos grandes ojos azabache me miran fugazmente, van de lado a lado observando cada detalle a su alrededor, no se pierde nada.
Se ha parado en medio del patio, con su pequeña figura en mi dirección. Ya sé, haré ese juego que tanto le gusta.
- Garbancita, uno, dooos y...
- ¡tes! - grita ella mientras corre hacia mí.
Empieza a abrir los brazos para que la coja, pero salgo corriendo en la dirección contraria. Ella se para y ríe a carcajadas. Se gira para ponerse de nuevo frente a mi, y repetimos el juego.
- Garbancita, uno, dooos ¡y...!
- ¡¡tes!! - de nuevo echa a correr hacia mí.
Comienza a abrir los brazos, y yo los abro también. Pero en el último momento salgo disparada en contradirección. Ahora se ríe más que antes, yo me río también y siento una verdadera felicidad por estar jugando bajo la lluvia.
Repetimos el juego y la siguiente vez decido cogerla en brazos, me achucha y comenzamos a dibujar pequeños círculos. Ella se dedica a echar la cabeza hacia atrás en cada giro. Normal, así las vueltas bajo la lluvia tienen más efecto.
Trato de ver su carita de felicidad, pero apenas puedo abrir los ojos por el agua que cae, me la llevo dentro. Entramos, lo primero ahora es ponerse ropa seca; se lo explico:
- Garbancita corazón, primero hay que cambiarse de ropa, así hacemos mejor la actividad, ¿vale?
- Búbúbútubú...
Genial, ¡se viste casi sola! yo, para no mojar mucho, solo me descalzo.
Llegamos al gimnasio, ya llevan media hora de actividad. Hoy toca crear una coreografía. La verdad es que bailar también le encanta, sólo hay que dar con la música y los pasos adecuados. Lo que funcionará estupendamente será la imitación.
Hay varios grupos, nos añadimos a uno y me pongo delante de ella en modo espejo, mientras copio a los compis. Garbancita se cansa... no, más bien Garbancita ha fijado su atención en las espalderas... allá va directa. Sube hasta arriba, gira su cabeza para buscarme y me mira indicándome que me acerque, es otro juego. Voy hacía ella y extiendo los brazos justo debajo, se ríe y se lanza al vacío para que yo la recoja al vuelo, así varias veces.
Es ella la que pone fin al juego y yo la que la acerco de nuevo al grupo. Repasamos el baile todo el grupo junto y comenzamos las actuaciones. Cada grupo presenta la suya. En ese momento, a Garbancita le parece mejor idea tirarse sobre la colchoneta. Me acerco a ella y le recuerdo los dibujos que vimos a primera hora, en los que se nos explicaba cómo iba a ser el día. -El último dibujo-, le digo, -era presentar el baile a los demás grupos-. Mientras tanto, ella:
- pitupitupitu... - canturrea agitando sus manos en el aire. Le cojo suavemente del brazo y le digo:
- venga, ¡vamos a bailar!
Una compañera se pone a su lado para que le mire los pasos y trate de imitarla. Luces... cámara... acción. ¡La actuación es estupenda!
Llega la hora de salida, mientras acuden a recogerles, un poquito de juego libre...
(*) Desirée es monitora de tiempo libre en la asociación Área Activa de Sabiñánigo. El presente artículo es una recreación de una de las mañanas en actividad dentro del Campus de Verano 2018 de dicha entidad. Garbancita es el apelativo cariñoso para denominar a una niña con TEA que participó en dicho Campus.