Publicado: Jueves 11 de abril por LUCÍA HEREZA ESCARTÍN (*)
Llevo formando parte de este gran equipo de la Asociación Autismo Huesca muy poquito tiempo, y de ahí viene el título: “Conociendo a…”, lo que hoy pretendo es contaros mi experiencia reciente. Veréis, estoy conociendo a personas, gente nueva, cada una particular, con sus intereses, sus motivaciones, sus distintas maneras de relacionarse, gustos y preferencias también distintas… Hablo del equipo técnico de la asociación, y de todas las personas (familiares, personas diagnosticadas con TEA, voluntariado…), a los que estoy teniendo la oportunidad de conocer.
Mi comienzo ha sido así, rodeada de personas que están formando parte de esta nueva andadura, y a las que llego con una mirada abierta, blanca. Como digo, todas las personas a las que estoy conociendo son NUEVAS, distintas y únicas, y hago apología de estas dos palabras puesto que mi mirada ante ellas intenta ser desprejuiciada, conocer a las personas para trabajar con y aportar en ellas, cambiando mi rol, adaptándome a cada situación.
Desde mi punto de vista como terapeuta, para poder trabajar con ellas de la manera más óptima, la base está en conocerlas a fondo, les aporto un plus de beneficio a las dificultades de su día a día, en lugar de regirme solamente por qué diagnóstico o género tienen. Evidentemente son referencias que nos pueden ayudar, pero primeramente es IMPRESCINDIBLE y NECESARIO crear un vínculo y una relación particular con cada persona, en la que las referencias de peso sean otras: sus motivaciones, su manera de relacionarse, sus intereses, el intercambio de roles…).
Con todo lo dicho anteriormente, sí quiero hacer alusión a algo que todavía en la sociedad y de manera permanente se relaciona con el Trastorno del Espectro del Autismo; se sigue viendo el TEA como un trastorno masculino, y es un prejuicio por razón de género que, como profesional de atención directa, quiero ayudar a modificar. Ya hay suficientes convencionalismos relacionados con el colectivo de personas con TEA. Mi intervención se realiza como he dicho desde los gustos e intereses de las personas a las que atiendo, sin que influya el género en ellas para tener unas preferencias de juego o hacia una actividad. Los profesionales de atención directa, intentamos identificar estas preferencias sin tener en cuenta el género si no la motivación individual que es intrínseca a cada persona; intentamos no guiarnos por las ideas preconcebidas acerca de qué tiene que ser “para chico o para chica”. Al menos tenemos que poner en duda en nuestro trabajo todas las predisposiciones que inconscientemente manejamos, para conocer verdaderamente qué les guía en su motivación y así trabajar desde sus anhelos y preferencias.
Ese es el plus de beneficio que trato de aportarles en cada sesión, y ésta mi pequeña aportación a “TEA con A”. Espero que, poco a poco, también nos podamos aportar cada vez más entre todas las personas, puesto que todas nos ayudan a mejorar, ya sea con sus experiencias vitales, con sus diferentes maneras de ser, o simplemente con algunas breves miradas cómplices.
(*) Lucía Hereza Escartín es terapeuta ocupacional en la Asociación Autismo Huesca