Publicado: jueves 9 de mayo por SONIA GARCÍA MARCUELLO (*)
¡Guau, guau! hola, me llamo Triskel, y cómo habréis podido adivinar soy un perro. No soy un perrito pequeño y mono que le puedes poner abriguitos, soy un dogo grande y fuerte. A veces doy miedo, pero tranquilos: ¡prefiero jugar y la paz antes que atacar, y todavía no me he comido a nadie! Obviamente, la historia no trata sobre mí, sino sobre mi dueña Nana.
Antes de empezar, quiero aclarar algo: en mi casa son 3 humanos, mi dueño oficial, la "jefa" que me da siempre las sobras de comida, y la humana pequeña, Nana.
Hace tiempo, oí que los dueños mayores llevaban a Nana al psicólogo. Para ella es algo normal, por no sé qué cosas o algo que le pasó. Pero, ¿qué le pasa a Nana para ir allí si está bien?
La psicóloga dice que sus dificultades de relación son debidas al Asperger, ahora os contaré algunas de ellas:
La diferencia de mi dueña con otras chicas de su edad, es que a veces tiene comportamientos diferentes a las personas de su grupo. Por ejemplo, prefiere pasear conmigo que salir de marcha, pero eso no significa que no le guste tener amigos. Al contrario, le gusta conocer gente nueva.
Otra diferencia con su grupo de clase es que no siempre comprende las bromas de los demás y ésto hace que a veces sea el blanco de las burlas de sus compañeros. También tiene temas de interés, como por ejemplo, a nosotros los perros nos conoce muy bien y nos entiende, y eso será porque sabe muchos idiomas como el rumano, el chino o incluso el nuestro.
Otro día os contaré más cosas de mi dueña, que es una persona muy interesante y cuando se la conoce, se da uno cuenta que tiene mucho que compartir con los demás.
Sonia es socia de la Asociación Autismo Huesca